MENSAJE CON DESTINO.
PARA EL DOCTOR JORGE
RODRÍGUEZ.
Edgardo Malaspina
1
En tres momentos, de alguna u otra manera, las
circunstancias de la vida nos han hecho coincidir con el doctor Jorge Rodríguez.
La primera vez fue hace muchos años cuando mataron a su padre. Luego, cuando leí
un relato de su autoría que fue galardonado en el concurso de cuentos de El
Nacional , obra que fue ampliamente comentada y alabada; y por último, cuando,
siendo alcalde de Caracas, me hizo entrega
de un premio literario de Fundarte.
2
Un
grupo de muchachos idealistas nos
reuníamos casi todas las noches bajo los árboles de la avenida Bolívar, allá en
Las Mercedes del Llano. Un día el poeta José Barreto se presentó muy triste y
nos dijo:
-Mataron
a Jorge Rodríguez, por tal motivo he compuesto estos versos; y mientras los
leía, callábamos apesadumbrados. Porque cuando se es joven todas las causas son
de nuestros corazones y aunque no sabíamos, sentíamos que las campanas doblaban
por todos. Además, nos creíamos socialistas sin imaginarnos nunca que nuestros
sueños se convertirían con el tiempo en verdaderas pesadillas.
3
Barreto,
me regaló el poema :!Publícalo algún día!
,
En
ocasión de la premiación de Fundarte busqué el poema para entregárselo al hijo
del líder asesinado, pero todo fue en vano. Ahora, por esas casualidades del
destino, lo encuentro entre un montón de papeles y precisamente cuando el
concejal Fernando Albán aparece sin vida
en circunstancias más que sospechosas.
4
¿Extrañas
coincidencias? ¿O el eterno retorno de Nietzsche? Porque el poema, estrofa tras
estrofa bien pudiera estar dedicado a Albán,
pero en una coyuntura más agravante: aquella vez el gobierno, luego de
forcejeo, reconoció que fue un asesinato,
el jefe de la policía fue destituido y los culpables fueron juzgados. Aquel
gobierno duró cinco años, y éste quiere ser eterno. Aquella vez, según la
leyenda urbana, se comía perrarina, ahora se come directamente de la basura.
Aquella vez estaban “rompías las alpargatas” (Alí Primera dixit), ahora están
“rompías” toda la ropa, las medias con sus
zapatos, las amistades y las familias.
Aquella vez algunos políticos se exilaban, ahora la gente huye a pie despavoridamente
de nuestro país configurando un éxodo que deja pálido al bíblico. Aquella vez
“no bastaba rezar” (AP), ahora tampoco basta rezar pero no hay velas para la
oración.
5
Hace
poco la hermana de Jorge Rodríguez dijo que lo de ellos era su venganza.
Entendí que la presentación de Requesens, por parte de Rodríguez, cubierto de
heces porque la tortura conlleva a esos extremos, es un episodio de esa
revancha que el presidente avaló con sus burlas.
“La
república no se perderá porque el pueblo se ría de su gobernante. La república
podrá perderse cuando el gobernante se ría de su pueblo” (General Carlos
Soublette).
6
La
Cuarta tiene su Jorge Rodríguez, su Fabricio Ojeda y su Livia Gouverneur. La
Quinta tiene su Franklin Brito, su Óscar Pérez y hora su Fernando Albán.
“Y
desde el mismo momento que a Jorge lo agarraron, comenzaron a torturarlo. A
nadie en un cuerpo policial lo torturan sin una orden de un jefe. Un policía
cualquiera, un agente, no puede accionar a motu proprio sobre un detenido,
tienen que haberlo mandado a que lo haga. Además, los torturadores saben muy
bien qué tipo de torturas van a hacer” (sic). (David Nieves hablando del
asesinato de Jorge Rodríguez)
“Te
pareces tanto a mí” (canción de Juan Gabriel).
"Hay
que tener cuidado al elegir a los enemigos porque uno termina pareciéndose a ellos"
(Jorge Luis Borges).
“Si
se aplica la ley del ojo por ojo todo el mundo acabará ciego”. (Gandhi).
7
Al
reconocido escritor colombiano Héctor
Abad Faciolince le mataron a su padre y pensó en vengar su muerte; pero luego
llegó a la conclusión que “la única venganza, el único recuerdo, y también la
única posibilidad de olvido y de perdón consistía en contar lo que pasó y nada
más”. Citaba a Jorge Luis Borges quien dijo que el olvido es la única venganza
y el único perdón .Y fue así que Abad escribió su maravilloso libro “El olvido
que seremos”. Los psiquiatras, desde los tiempos de Freud, afirman que ese tipo
de conducta es el triunfo de la
sublimación sobre la perversión.
8
Cumplo
con la promesa de publicar el poema de José Barreto en momentos cuando en nuestro
país se está escribiendo un capitulo para anexarlo al
libro de Borges “Historia universal de la infamia” (otra vez Borges; lo cito constantemente
porque lo admiro mucho) y con el deseo de que no se convierta en réquiem por
otros venezolanos que adversan al gobierno de turno.
I
Saciaronse
las hienas en tu cuerpo
babeando
su desprecio y su impotencia
y
elevóse tu espíritu imponente
como
digno pendón de la inocencia .
II
Tú,
mártir de la paz y la igualdad
tu
pecado : sentir lo que es el pueblo
tu
defecto : el honor y dignidad.
III
Ha
muerto el sembrador, mas, la semilla
en
fértil suelo reverdecerá
abonada
con luchas de tu pueblo
que
el llanto proletario regará.
IV
Jorge
Rodríguez, muchachón de pueblo
dicen
que has muerto pero estás viviendo
en
las manos callosas del obrero
y
en la agonía de un niño padeciendo.
V
Bebiste
en la copa del martirio
la
cicuta mortal del traicionero
ni
un gesto de dolor ni una palabra
que
pudiera vender al compañero.
VI
De
criminal atroz fuiste tratado
en
los falaces labios de un ministro
¿Acaso
no fue igual cuando llevaron
al
martirio supremo a Jesucristo?
VII
A
romper las cadenas, proletarios
para
honrar a los mártires caídos
a
romper con el yugo de los ricos
y
aliviarle la carga al oprimido.
VIII
No
temais a la muerte que es más noble
inmolarse
en sublime sacrificio
que
vivir en la paz esclavizante
del
modesto y sumiso manumiso.
IMÁGENES
1. Con
el Dr. Jorge Rodríguez.
2. El
poeta José Barreto.
3. Texto
original del poema de José Barreto.