VENCEN
PERO NO CONVENCEN
1
Hay
victorias que pesan como fardos y por eso son derrotas disfrazadas. En la
Antigüedad Pirro venció a los romanos, pero sus pérdidas fueron tantas que
consideró que con otro triunfo como ese debía retirarse de sus actividades
militares. Este general griego simboliza los descalabros con visos de ganancia,
llamados por Perogrullo “victorias pírricas”.
2
Bonaparte
tomó Moscú en 1812. Los rusos abandonaron
la ciudad y los galos se quedaron solos. Napoleón dijo de esa rara
victoria: “Los franceses vencimos, pero los rusos lograron no ser derrotados”
(¿?). Luego, los rusos arrearon al ejército de Napoleón fuera de sus fronteras
a punta de bayonetas. La Historia reconoce que la invasión de Bonaparte a Rusia
fue su primera gran derrota.
3
En
la política también hay victorias pírricas. Fujimorí, luego del autogolpe en
Perú en 1992, cambió la constitución. Se reeligió fraudulentamente y huyó.
Parafraseó a Julio César, seguramente: “Gané, vi y me fui”.
4
En
Venezuela hay muchos ejemplos de lo que estamos hablando y anda por allí de
boca en boca.
Joaquín
Crespo le robó las elecciones al Mocho Hernández en 1897 e impuso a su
candidato, Ignacio Andrade; y todos sabemos lo que pasó en la Mata Carmelera.
Pérez
Jiménez hizo trampas en el plebiscito de 1957; y al poco tiempo se convirtió en
el pasajero principal de la Vaca Sagrada.
5
De
las elecciones del 30 J-2017, Nicmer Evans, que como José Martí vivió en el
monstruo y por eso lo conoce, catalogó a la Asamblea Nacional Constituyente
como la estafa electoral del siglo XXI, por considerar que según el resultado
del Poder Electoral, Nicolás Maduro logró más votos que Hugo Chávez sin gente
en los centros de votación.
6
Según
los historiadores, algunos políticos venezolanos hacen trampas cada 60 años
(1897-1957-2017); y que después de la oscurana viene la luz porque la maraña
sale…
7
Es
bueno recordar las palabras de Unamuno, pronunciadas contra los fascistas en
Salamanca en 1936:“Venceréis, pero no convenceréis”.