miércoles, 21 de junio de 2023
sábado, 17 de junio de 2023
sábado, 10 de junio de 2023
DEL BUEN SALVAJE AL BUEN REVOLUCIONARIO
DEL BUEN SALVAJE AL BUEN REVOLUCIONARIO
Resumen del libro
Edgardo Rafael Malaspina Guerra .
Palabras
liminares
El
libro “Del buen salvaje al buen revolucionario”, de Carlos Rangel, fue
publicado en 1976. En líneas generales trata de buscar las causas del
subdesarrollo de las naciones latinoamericanas en comparación con los Estados
Unidos. Antes de la llegada de Cristóbal Colón en nuestras tierras vivía en
“buen salvaje”, corrompido por los europeos. Ese “buen salvaje” dio paso al “buen
revolucionario”, quien busca corregir los entuertos luchando contra la cultura
occidental y el capitalismo en general. Rangel desnuda la naturaleza de esos
mitos.
Sobre
la importancia de este libro para entender el panorama político
latinoamericano, y particularmente venezolano, cito las palabras del doctor
José Ignacio Hernández : “Las páginas
del libro de Carlos Rangel fueron escritas, exactamente, hace cuarenta años. Al
releerlas hoy, parecen haber sido escritas ayer”.
Prólogo
El
prólogo es del filósofo francés Jean-François Revel (1924 – 2006), quien al principio fue
marxista y luego se alejó de las teorías socialistas totalitarias para
propugnar el liberalismo democrático. El francés habla de que este libro es
sobre la civilización latinoamericana “y que aporta una interpretación
verdaderamente nueva y probablemente exacta”. Luego hace un repaso de las tesis
más relevantes del libro.
Los
mitos latinoamericanos provienen de Europa; sin embargo, en América a la
llegada de Humboldt existía una gran cultura con hombres de pensamiento
avanzado como Simón Bolívar, cuyas ideas se extendían más allá de esos mitos.
Los
españoles integraron a los pobladores originales de América como unos miembros
más de la sociedad. Los norteamericanos apartaron a los indios o los
exterminaron. He allí una de las diferencias entre las dos Américas. La guerra
de independencia fue una guerra civil, una llamarada de odio antiespañol. El
subdesarrollo latinoamericano es político antes que económico. La solución que
se ha planteado para resolver los problemas latinoamericanos es la revolución,
pero la Revolución Mexicana de 1911 hundió en la pobreza a los campesinos que
fueron su razón de ser. La Revolución Cubana nos dio otra falsa esperanza con
la aparición del Che Guevara, “el buen revolucionario”.
Introducción
La
América nuestra debería llamarse “española”, no “latina”. España en menos de
sesenta años, con unos pocos hombres, antes de 1550, exploró nuestro
territorio, venció a los imperios de la competencia, fundó casi todos los
sitios urbanos que hoy todavía existen (más otros que luego desaparecieron),
propagó la fe católica y la lengua y la cultura de Castilla en forma no sólo
perdurable sino, para bien a para mal indeleble.
La
historia latinoamericana es la historia de los fracasos. Simón Bolívar lo
resumió en 1830, cuando expresó que con su revolución había arado en el mar y
constató la ingobernabilidad de América Latina. Sugirió como solución de nuestros
problemas emigrar, evadirse. Predijo también la llegada al poder de tiranuelos
aplaudidos por la multitud ignorante. Hasta los europeos consideraran indigno
conquistarnos. La tendencia de nuestros países es volver al caos primitivo.
La
Historia demostró que Bolívar tenía razón. En el mismo tiempo los EEUU
progresaron y nosotros nos quedamos rezagados. América latina no se ha
integrado. No tiene una política común que la integre, ni económica ni
culturalmente. Los gobiernos son débiles, inestables. Nuestros aportes
científicos y humanísticos son pocos. El crecimiento demográfico es
descontrolado. Carlos Fuentes dijo que el desarrollo tecnocrático del mundo es
geométrico, mientras que el nuestro es aritmético.
Párrafos
y frases:
1
El autor explica que el libro se refiere a la América Latina,
pero a la de habla hispana. Simón Bolívar vislumbró un panorama muy pesimista
para la región. Las dos América (la inglesa y la española) son diferentes. En
la primera los indígenas fueron exterminados o aislados, mientras que en la
segunda fueron incorporados a la nueva sociedad .
2
La brecha
tecnológica y científica entre la América inglesa y la hispana hace más
acentuadas las diferencias. Nuestra América, entonces, recurre al mito, del
cual se encargó de establecer el propio Colón cuando creyó que había llegado al
paraíso bíblico. Los europeos fortalecieron ese mito del buen salvaje, y de
allí a idea del revolucionario que como un héroe o mesías puede solucionar los
problemas. Tomas Moró con su Utopía inició la literatura sobre una sociedad impoluta,
donde sólo existía un solo lado : el del bien. La idea de Rousseau de que la
sociedad corrompe al hombre que nace bueno cobró fuerza: los europeos
introdujeron el mal en los pueblos que descubrían y conquistaban.
3
Desde su nacimiento las dos Américas fueron muy
diferentes: en la inglesa la vida se organizó con leyes que debían cumplirse
independientemente de las clases, mientras que en la Hispana los poderosos
impusieron la ley del más fuerte, el “más vivo”.
4
El llamado buen salvaje oprimía a sus propios
coterráneos con el derecho establecido por las diferencias de clases.
5
La América hispana recurre al victimismo para ocultar
sus propios fracasos : todo es culpa del imperio español o el americano. La CIA
ha servido para explicar cualquier política errada.
6
“La tentación de atribuir los fracasos a las intrigas
y excesos de los extranjeros es tan antigua como las naciones mismas. La
América Latina está constantemente tentada a definir su independencia y unidad
por medio de la oposición a los EE.UU... No esperamos que todos (los
latinoamericanos) estén de acuerdo con nuestras opiniones, pero tampoco podemos
aceptar una nueva versión del paternalismo, según la cual aquellos que tienen
obligaciones, carecen de derechos y aquellos que reclaman derechos, no aceptan
obligaciones. (Kissinger).
7
La Leyenda Negra sobre la Conquista instauró un
sentimiento de rechazo hacia lo español. “Cuando aprendimos un idioma europeo (por
casualidad el español) caímos en la servidumbre. Cuando lo desaprendamos,
seremos otra vez libres”.
Ese victimismo se transformó en complejo de inferioridad
extensivo hasta la relación con los Estado Unidos, signada por el amor y el
odio al mismo tiempo. Ellos, los angloamericanos americanos, son los
materialistas; nosotros, los hispanoamericanos somos místicos y espirituales.
“Nuestra historia, compartida con los norteamericanos
sobre el territorio del Hemisferio Occidental y en muchos aspectos paralela a
la historia de los Estados Unidos, nos condena a comparaciones dolorosas y
humillantes de nuestras frustraciones, insuficiencias y fracasos con los éxitos
de la otra América".
8
Las diferencias entre federales y centralistas en un
ardid político: en la práctica son iguales.
9
Los héroes de la Independencia se encargaron de
dividir sus naciones; no obstante, tienen estatuas en nuestros países.
10
La civilización latina americana es Ariel, superior
espiritualmente a la angloparlante, utilitaria y materialista. Ellos, los
norteamericanos son simbolizados por Calibán (Caníbal) . Rangel critica esta
tesis de José Enrique Rodó en su ensayo “Ariel” (1900).
11
Todas las ideas de los latinoamericanos con respecto a
las diferencias con los Estados Unidos encontraron eco en una nueva ideología:
el marxismo.
El marxista latinoamericano más importante antes de
Fidel, el Che y Allende, fue el peruano Víctor Raúl Haya de la Torre.
-Con relación a las vías por las cuales los países
atrasados podrían llegar al socialismo, Haya de la Torre es el marxista
ortodoxo, y Lenin y los leninistas los revisionistas .El primero se atenía a la
tesis de Marx de pasar por todas las etapas contempladas por el materialismo
históricos para llegar al comunismo. Lenin, en cambio, justificó el triunfo de
la revolución en Rusia saltándose varios escalones: del feudalismo ruso al
socialismo de los bolcheviques.
12
La tesis central en la mitología tercermundista y
latinoamericana, es la siguiente: la prosperidad
de los países occidentales avanzados (y del Japón) se debe esencialmente al
saqueo a que han sometido al Tercer Mundo; y que inversamente, el atraso y la
pobreza del Tercer Mundo se explican esencialmente por la misma causa.
No obstante, ese postulado es rechazado por el propio
Engels en su libro “El origen de la familia, la propiedad privada y el estado”,
donde argumenta razones naturales del desarrollo que influyeron en los
diferentes grados de los desarrollos de los pueblos:
-El rasgo característico del período de barbarie es la
cría controlada de animales domésticos y el cultivo sedentario de la tierra. Y
se da el caso de que el llamado Viejo Continente tenía casi todos los animales aptos
a la domesticidad y todos los cereales cultivables con la sola excepción del
maíz, mientras que el Hemisferio Occidental no tenía más mamífero domesticable
que la llama (natural de apenas una reducida zona andina) ni más cereal que el
maíz”. El efecto de éstas y otras condiciones naturales fue que de allí en
adelante cada hemisferio (y luego distintas zonas dentro de ellos) “comenzaron
a diferenciarse, y por consiguiente también los hitos y las líneas divisorias entre
los diferentes estadios de desarrollo histórico”.
Dice Engels que por las razones anotadas y por otras,
en especial la mejor alimentación, el grado superior del estadio de barbarie (y
con mucha más razón la civilización) “fue alcanzado independientemente sólo en
el Hemisferio Oriental”. En ese grado superior del estadio de barbarie “se
logró más progreso en el proceso de producción que en todos los estadios
humanos anteriores juntos... Encontramos por primera vez el arado de hierro
tirado por bueyes, que “hizo posible, en las condiciones que entonces prevalecían,
un aumento prácticamente ilimitado de los medios de subsistencia...
13
La religión:
-El catolicismo que vino con los españoles fue
permisivo a la hora de las transgresiones de las leyes; en cambio el
protestantismo traído por los inglese a Norteamérica fue más exigente para
regular la conducta de los colonos. Donde las leyes no son observadas hay caos
y menos progreso.
-La Iglesia Católica vio en el comunismo un enemigo
potencial al principio , pero luego cambió esta tesis y empezó a considerarlo
como un aliado: los pobres del
socialismo sólo les quedaba la consolación espiritual del cristianismo.
-El repunte de la religión en los países socialistas
se debe a que ese sistema de gobierno no alcanzó riquezas materiales. Quedaba
entonces ser pobre y honrados ; de allí el cristianismo como refugio.
-Un discípulo del Che, el cura guerrillero colombiano
Camilo Torres, llegó a decir que el Cristo mismo hubiera sido guerrillero, de
haber vivido en Latino américa en nuestra época.
14
El hombre nuevo:
-Para el Che, había una línea continua entre las
virtudes del guerrillero y su “contagio” a toda la sociedad socialista que
sería una “democracia armada” (una sociedad de guerrilleros) finalmente
compuesta abrumadoramente o hasta exclusivamente, por reformadores sociales.
Los incentivos materiales no serían necesarios, el trabajo sería voluntario, el
dinero no existiría, y dentro de la abundancia lograda sin gran esfuerzo en una
economía organizada “para el servicio y no para el lucro”, cada cual retiraría
de los depósitos comunales los bienes y los alimentos necesarios para su subsistencia.
-Puede considerarse interesante el énfasis del Che
sobre las virtudes del guerrillero, “hombre nuevo” antes de producirse las
condiciones post-revolucionarias para la desaparición del egoísmo, del
individualismo y de los conflictos sociales, debidos exclusivamente, según el marxismo,
a la existencia de la propiedad privada y a la lucha de clases que sería su
consecuencia.
-Sin excepción, los socialistas, aun pre-marxistas,
daban por sentado que el objetivo de la revolución no podía ser otro que crear
las condiciones para el surgimiento natural e inevitable (no voluntarista ni
heroico) de un hombre nuevo, quien en realidad no sería nuevo en absoluto, sino
que sería el viejo “buen salvaje”, que todos llevamos adentro, reprimido por la
civilización, y quien desde luego, al desperezarse tras su larguísimo sueño y encontrarse
con todas las maravillas que de todos modos la corrompida civilización le habrá
dejado en herencia, se convertirá nada menos que en un superhombre, y el mundo
en un supermundo.
-Kautsky nos dice que con la sociedad socialista
“nacerá un nuevo tipo de hombre..., un superhombre, un hombre sublime’. Trotsky
entra aún más en los detalles: ‘el hombre será mucho más fuerte, mucho más
perspicaz, mucho más fino. Su cuerpo será más armonioso, sus movimientos más
rítmicos, su voz más musical. El promedio humano se elevará al nivel de
Aristóteles, de Goethe, de Marx.
15
El norteamericano cultivaba la tierra con sus propias
manos. Los españoles recurrieron a la mano de obra esclava para el mismo
propósito. La economía basada en la esclavitud es menos productiva y no
competitiva. Los estados del Sur de Estados Unidos usaron mano de obra esclava
como en Hispanoamérica y por eso su atraso y deficiencias son semejantes.
16
La conquista española se hizo por y para el catolicismo.
El catolicismo sirvió a la conquista y a la colonización, y la conquista y la
colonización sirvieron al catolicismo. En seguida, y hasta mediados del siglo
XIX, es decir en los 350 años decisivos en la formación de la cultura y de las
estructuras políticas y sociales de Latinoamérica, el catolicismo fue a la vez
el cerebro y el espinazo de la sociedad latinoamericana.
17
Las diferencias entre las dos Américas no es sólo de
éxito económico y de poder, sino de moralidad pública y privada. Desde este
punto de vista, esencial para quienes, creyentes o no, estamos persuadidos de
que el cristianismo es mucho más una superestructura hipócrita de relaciones de
dominación y de juegos de intereses, y un velo piadoso de comportamientos
cínicos e inmorales, la sociedad protestante norteamericana aparece como más
cristiana (o menos anticristiana) que la sociedad católica latinoamericana, y
en todo caso mucho más exigente de conducta socialmente constructiva (aun en la
disidencia) y de buena fe en los asuntos corrientes y en las relaciones interpersonales.
Por ejemplo, no vemos en la sociedad norteamericana nada comparable a la
pavorosa indefensión de la mujer-madre-soltera que es la regla de la sociedad
latinoamericana, donde no es raro que dos de cada cinco niños nazcan de
acoplamientos circunstanciales, con frecuencia tan fugaces que el padre no
conocerá al recién-nacido, hijo de un disfraz. En la sociedad norteamericana,
ocuparse la generación en edad de procrear de los hijos procreados es lo
normal.
18
Fray Bartolomé de las Casas justificó el sacrificio de
humanos que hacían los indios (el buen salvaje) con un argumento bíblico de que
lo hacían para agradar a Dios: quienes inmolan a otros hombres en los altares,
tendrían un muy exaltado concepto de la Divinidad. Las Casas es un antecedente genuino de los actuales
“curas revolucionarios”.
19
Los comunistas han dejado de prometer la abundancia
sin límites, y se han convertido en apologistas de la pobreza ejemplar y compartida
por todos, como alternativa a la sociedad de consumo capitalista.
20
El hombre nuevo, en Cuba, China, Viet Nam, etc., no posee
prácticamente nada, pero sería dueño de sí mismo, no está alienado por neveras,
aspiradoras o televisores, y mucho menos por programas de radio o televisión
que, junto con anuncios para esas y mil otras cosas, difundan información u
opiniones, distintas a lo que el hombre nuevo debe conocer y pensar. Toda su
satisfacción en la vida, le vendrá de saber que el sacrificio de sus
aspiraciones como individuo es el precio de la justicia, del triunfo del bien
sobre el mal, de la salvación. De esta manera ha llegado el comunismo a desembocar inesperadamente
en una coincidencia casi perfecta con formulaciones ascéticas y antimercantiles
muy antiguas y muy arraigadas, que en otra época rechazó como oscurantistas y
mentirosas, apuntadas a engañar y adormecer a los seres humanos con promesas de
una felicidad ultraterrena a cambio de la pobreza de este mundo, mientras en
realidad estaban siendo explotados por los capitalistas en alianza con los
sacerdotes.
21
Se pretende tomar como un dato indiscutible, para el propósito
de convencemos a los latinoamericanos de que somos descendientes de aquellos
indios, y víctimas, junto con ellos, igual que ellos, de Occidente; cuando la
verdad es que somos sobre todo herederos biológicos y culturales de los
presuntos invasores, y en segundo término tributarios de todos quienes,
norteamericanos o europeos, han continuado contribuyendo en el transcurso del
tiempo a la cada vez mayor occidentación y modernización de América Latina.
22
Ya en 1884, la inteligencia y la ausencia de prejuicios
“tercermundistas” de Federico Engels lo había llevado, por pura lógica, a la
conclusión de que las sociedades precolombinas americanas, desprovistas de casi
todos los cereales, de todos los animales domésticos salvo la llama (y ésta en
una reducida zona andina), del hierro y de la rueda, forzosamente tuvieron que
ser muy pobres en población y en vitalidad, y casi seguramente no alcanzaron a
reunir ni siquiera medio millón de hombres bajo un solo
liderazgo y mucho menos dentro de una sola aglomeración urbana.
23
Algunos catalogan a la sociedad inca de socialista con
el buen salvaje incluido; no obstante, “los súbditos de los incas eran seres
humanos sólo en el sentido zoológico. De hecho, eran mantenidos como ganado en
el corral. Al igual que el ganado no tenían preocupación material alguna,
porque su mejoramiento personal no dependía de su propia conducta”. (Ludwig von Mises).
24
Los Incas y los Aztecas no contaban con la participación
popular en los sistemas políticos peruano y mexicano, y esto los hizo incapaces
de sobrevivir a la captura y destrucción de su alto liderazgo, y a la vez
permitió a los españoles tomar control de esas sociedades con el simple expediente
de ocupar los puestos de comando. Cortés conquistó México al frente de 600 hombres. Pizarro
no logró reunir sino 180 para la empresa de hacerse con el Imperio de los Incas.
25
Los ingleses se denominaron inmediatamente
“americanos” porque se integraron, porque vinieron a trabajar. Los españoles no
se identificaron con el nuevo continente porque renegaban de la propia España y
vinieron a hacer fortuna.
26
La reforma agraria la quieren contraponer al
latifundio. Pero grandes latifundios de Estados Unidos y Canadá obtienen buenos
resultados porque sus trabajadores obtienen buenos sueldos y sus vidas
campestres no se diferencian , de la de los citadinos .
El latifundio es un lastre
casi mortal, o mortal cuando tiene su origen en una sociedad esclavista, como
sucedió en el Imperio Español de América, por las consecuencias que ello tiene
en la formación de actitudes y comportamientos tanto en los amos como en los
esclavos, y en sus descendientes.
27
Los argumentos “tercermundistas” fueron inventados por
los esclavistas sureños: creían que su atraso se debía al progreso de los
norteños.
28
Hispanoamérica no estaba preparada para el
autogobierno luego de logran su independencia. Por eso surgirá el caudillo como
una necesidad histórica.
29
La alcabala permanente que todavía se encuentra en las
más modernas rutas hispanoamericanas demuestra la supervivencia de esa
hostilidad hispánica contra el libre tránsito de personas y mercaderías, de una
desconfianza principista contra todo cuanto no esté iniciado o por lo menos expresamente
autorizado y supervisado (lo cual en la práctica quiere decir estorbado o
impedido) por el Estado.
30
La viveza criolla:
-No ha sido posible impedir que un número
significativo de médicos sean remunerados por horas que no pueden materialmente
cumplir, mientras mantienen además su consulta privada y posiblemente una
cátedra universitaria.
-Las universidades latinoamericanas son improductivas
porque dependen completamente del presupuesto del Estado. Por esa situación
parasitaria profesores y estudiantes se proclaman “revolucionarios”.
31
Casi al día siguiente de graduarse, los estudiantes dejan
de ser activamente contestatarios, si es que alguna vez lo fueron; porque ser
“revolucionario” en una Universidad latinoamericana es más o menos tan heterodoxo
y tan arriesgado como ser ferviente católico en un seminario irlandés. Por eso
no es extraño que una vez fuera del ambiente universitario, los egresados más listos
aspiren sobre todo a extraer de la sociedad beneficios excesivos, sobre la base
de haber sido privilegiados con una educación superior gratuita, de estar
armados con un diploma que en Latinoamérica equivale a los títulos de la
pequeña nobleza del Antiguo Régimen.
32
El caudillo:
EL PROBLEMA político de la América Española independiente,
expresado en su forma más sencilla y general, ha sido que las diferentes
repúblicas no han logrado restablecer un equilibrio institucional en reemplazo
del que fue destruido con el Imperio Español entre 1810 y 1824.
En los últimos 50 años México ha sido el único país latinoamericano
que no ha tenido cambios de gobierno violentos, distintos a los previstos por
su Constitución y causados por guerras civiles o golpes de estado militares. En
contraste (y más “latinoamericanamente”) en ese mismo país la jefatura del
Estado cambió de manos irregularmente 46 veces en el primer cuarto de siglo de vida
independiente. En Venezuela hubo cincuenta guerras civiles en menos de un siglo
(entre 1830 y 1902 una de ellas (la llamada Guerra Federal, o “guerra larga”) entre
1859 y 1863, tan atroz y destructiva como la Guerra de Independencia, medio
siglo antes. En Bolivia ha habido desde 1835 hasta hoy más de ciento sesenta guerras
civiles o golpes de estado, un promedio de más de una tal convulsión cada año.
Etc.
De estas discordias por el poder surge el caudillo.
33
De los supercaudillos, Arturo Uslar Pietri ha escrito:
“Rosas, Páez, Porfirio Díaz, Juan Vicente Gómez fueron productos de la tierra,
de la tradición y de la necesidad histórica. Representaban a cabalidad, y allí
reside el secreto de su inmenso y efectivo poder, la realidad de un mundo rural
que había roto los lazos del Imperio Español para tratar de implantar
instituciones republicanas y liberales que no tenían ninguna base en su pasado.
El caudillo histórico fue la fuerza autóctona que llenó el vacío de poder.
(Hispanoamérica) produjo de hecho... una forma de organización (social) que
estaba en pugna con los ideales republicanos a la europea, pero que correspondía
profunda y estrechamente a (su) estructura económica y socia1...
34
En 1908, en vísperas de su ocaso, el supercaudillo mexicano
Porfirio Díaz declaraba: “Creo que la democracia es el único principio de
gobierno justo y verdadero, pero en la práctica es posible disfrutarlo sólo a pueblos
muy desarrollados... Aquí en México tenemos condiciones muy distintas (a las
que permitirían el funcionamiento de la democracia). Recibí el gobierno de manos
de un ejército victorioso, en un momento cuando el pueblo estaba dividido y sin
preparación para el ejercicio de la democracia. Haber cargado al pueblo de una
vez con la responsabilidad de autogobernarse, hubiera tenido como consecuencia
desacreditar la
democracia”
35
En Latinoamérica los supercaudillos han sido, además, los
verdaderos integradores de nuestras precarias nacionalidades, al lograr la
hazaña de establecer una red de obligaciones interpersonales recíprocas sobre
todo el territorio, crea por primera vez ejércitos modernos, profesionales y
centralizados, en lugar de las montoneras cantonales o regionales, tender
telégrafos que hicieron posible recibir información.
36
Porfirio Díaz:
Antes de Porfirio, “ni la vida ni las propiedades
tenían seguridad”. Bajo Porfirio “México se ha colocado entre las naciones pacíficas
y útiles”. Antes de Porfirio no había en México sino dos pequeñas vías férreas
de pocos kilómetros. Ahora había más de 30.000 kms. De ferrocarriles “casi
todos con gerentes, maquinistas y conductores norteamericanos” (y, de más está
decirlo, de propiedad norteamericana). Antes de Porfirio el correo era lento,
costoso, irregular, inseguro, transportado en diligencias tiradas por caballos,
normalmente asaltadas dos o tres veces por bandidos en un viaje típico entre, digamos,
México y Puebla. Ahora había un correo barato, seguro y rápido, sirviendo todo
el territorio11 con más de dos mil doscientas oficinas postales. Antes de Porfirio
había escasas líneas telegráficas, de funcionamiento incierto. Ahora había más
de 75.000 kms. de hilos telegráficos: y en cuanto a su mantenimiento, “una de mis
primeras medidas (dice Porfirio a Creelman) fue imponer la pena de muerte
sumaria (por daño al telégrafo). En casos de interrupción del servicio por cortes
de la línea, si el criminal no era capturado, el comandante militar del
distrito sufría la pena en su lugar. Si el corte ocurría en terrenos de una
hacienda, el propietario que no había impedido el delito (ocurrido en su
propiedad, luego bajo su responsabilidad) era colgado del poste de telégrafo más
cercano (al corte de la línea). Estas eran órdenes militares... Mejor derramar
un poquito de sangre para evitar grandes derramamientos más tarde. (Además) la
sangre derramada era mala sangre, la sangre que salvamos, sangre buena”...
37
En setiembre de 1955, un golpe de estado militar
apartó a Perón, con el pretexto de que su gobierno había llegado a extremos
intolerables de corrupción administrativa. El pueblo peronista, los “descamisados”
hicieron algunas débiles manifestaciones en favor del dictador derrocado. Su
consigna era lamentable: “Ladrón o no ladrón, queremos a Perón”.
38
Betancourt sobre Fidel Castro:
En Fidel, Latinoamérica y el mundo unánimes (inclusive
los Estados Unidos) saludaron, en el primer momento, a un héroe auténtico, un social-demócrata
revolucionario, un David guerrillero que había derrotado al Goliat-Fuerzas Armadas,
un reformista radical católico, un joven Hércules capaz de limpiar los establos
de Augias de la corrompida política cubana. Betancourt permaneció escéptico.
Había conocido a Fidel durante su exilio, en La Habana, cuando el cubano era un
terrorista universitario, un idealista y un valiente, pero también un
aventurero y un ególatra.
39
Los del intento de magnicidio de Betancourt:
Quienes se han tragado la propaganda comunista sobre la
supuesta ferocidad del gobierno venezolano de esa época, deben saber que los
autores del atentado, capturados, no sufrieron ningún maltrato, fueron debidamente
juzgados y condenados a penas relativamente leves. El régimen de su detención
fue tan indulgente, que uno pudo escaparse saltando por una ventana. Diez años
más tarde ya ninguno de ellos estaba preso, por haber cumplido sus penas, con
reducciones debidas a buen comportamiento o por medidas de indulto o de
amnistía.
40
Al rechazar el Premio Nobel en 1964, Jean-Pau1 Sartre
creyó justo y necesario incluir en su renuncia, dirigida a la Academia Sueca,
una referencia a los heroicos guerrilleros (comunistas) y al horrendo gobierno
(social-demócrata) de Venezuela, el cual había cometido el pecado de primero
resistir a la tentación de declararse solidario en palabras y en actos con la
Revolución Cubana (tal como hizo el también social-demócrata Allende, por
vanidad y debilidad de carácter, mucho más tarde.)
41
Allende. Salvador Allende no fue electo Presidente de
Chile por una mayoría absoluta del voto
popular. Recibió sólo 36,2 por ciento del voto, contra un porcentaje apenas
menor (34,9 por ciento) para el candidato conservador, Jorge Alessandri, y 27,8
por ciento para el candidato demócrata-cristiano, Radomiro Tomic1. En Chile, cuando
ningún candidato obtenía la mayoría absoluta, la Constitución pautaba no una
segunda vuelta de votación popular entre los dos candidatos favorecidos con las
dos primeras minorías (como en Francia), sino que era el Congreso quien debía
perfeccionar la elección. En 1970 los demócrata-cristianos hubieran podido, sin
violar ni la letra ni el espíritu de la constitución chilena, aliarse con los
congregantes para elegir Presidente a Alessandri, tal como los partidos de
Chaban-Delmas prefirieron hacer Presidente a Giscard D'Estaing antes que abrir
el paso a Francois Mitterrand, candidato favorecido con la primera minoría en
las elecciones presidenciales francesas de 1973. Después de todo, tanto el sistema
constitucional francés como el que imperaba en Chile en 1970 tienen en común la
intención de conducir dentro del mejor espíritu democrático, a soluciones de
consenso, de compromiso, de transacción. Y en Chile, en 1970, un desarrollo perfeccionado
de esta previsión constitucional fue propuesto por Alessandri a los
demócrata-cristianos. Frei era por largo trecho el dirigente
demócrata-cristiano más prestigioso, representativo y aceptable no sólo para la
mayoría de su propio partido, sino para la mayoría de los chilenos. No había
podido presentarse de nuevo en 1970 como candidato porque la Constitución
chilena impedía la reelección inmediata del Presidente saliente. Y Tomic había
sido juzgado demasiado a la izquierda por los conservadores, quienes además
habían visto en el izquierdismo de Tomic, no suficientemente distinto a las proposiciones
teóricas de Allende, la oportunidad de lograr, con Alessandri, la primera
minoría para un candidato propio, lo cual estuvo a punto de suceder.
-Salvador Allende estaba comprometido, si no consigo mismo,
sí con los elementos castristas y guevaristas de la Unidad Popular, a intentar
convertir la sociedad democrática, de transición, de valores compartidos, homogénea,
tolerante, respetuosa de las ideas ajenas que efectivamente existía en Chile
hasta 1970 en una sociedad marxista-leninista, inspirada a grandes rasgos en el
modelo cubano.