DEL CHE DE MI JUVENTUD AL CHE DE MI MADUREZ
1
Eran muy pocas las
casas que tenían televisor en Las Mercedes del Llano. En algunas nos dejaban
entrar para ver películas sentados en el suelo, pagando una locha (12,5
céntimos). En una de esas veladas de pantalla en blanco y negro escuché por
primera vez el nombre del Che Guevara: lo habían capturado y fusilado. Desde
entonces grabé su rostro y me interesé por su vida y obra.
2
Cayeron en mis manos
algunos folletos propagandísticos sobre el Che, pegué sus afiches en cualquier
sitio, escribí un trabajo en el liceo sin ninguna profundidad y base, pues no
conocía su ideología, no obstante llegué a considerarme su seguidor. Así nada
más, por pura rebeldía juvenil.
3
Leí de un tirón su
diario en Bolivia, teniendo como fondo la canción que Alí Primera le dedicó, y
escribí en todos los cuadernos de estudios una de sus frases más famosas “Otra
vez siento bajo mis talones el costillar de Rocinante, vuelvo al camino con mi
adarga al brazo.”, la cual cuadraba perfectamente
con otra de mis fiebres de aquella época: la lectura de Don Quijote.
4
En Moscú teníamos un afiche del Che, y en las reuniones estudiantiles, escuchábamos
sus discursos, discutíamos de política y muchos de nosotros tratábamos de imitar al héroe en sus convicciones, en su
físico, en su vestimenta y hasta sus actos más osados: algunos abandonaron sus
estudios para partir hacia cualquier lugar donde hubiera un foco guerrillero.
5
En una clase de
Fisiopatología cuando estudiábamos el
tema de la hipoxia (falta de oxígeno) le pregunté a mi profesor acerca del asma
del Che y su aparente superación, no obstante estar sometido a grandes
situaciones de estrés, físico y mental; además de ser fumador de tabacos, lo
que debía agravar su insuficiencia de oxígeno. La conclusión fue que el Che
tenía una voluntad de hierro. La voluntad de poder, diría Nietzsche.
6
Cuando terminé de leer la biografía del Che,
escrita por Lavretski, quedé con una certeza y una duda. La primera se
relaciona con su partida de Cuba para pelear en otros puntos de la geografía
universal e implementar su teoría del foquismo: era muy claro que fue
defenestrado por Fidel Castro porque le hacía sombra. Eso se parecía mucho a lo
que le hizo Stalin a Trotski, Kirov y Bujarin.
Por supuesto, que esta historia se repetía de manera muy subliminal.
La duda tenía que ver
con la Medicina: ¿Puede un médico quitar vidas en vez de salvarlas?
7
Leí los nueve tomos de
las obras completas del Che Guevara, los cuales llevan por nombre “Escritos y
discursos”. Un acto de heroísmo que no pienso repetir. Por esta obra el
escritor soviético Semeón Chikis considera que el Che debe ser considerado un
médico-filósofo. Los dos primeros tomos (Guerra
de guerrillas) tratan de su participación en la guerra en Cuba junto a Fidel
Castro, y es una obra militar, donde el autor quiere seguirle los pasos a los
grandes de ese mundo, como Julio César. El tercer tomo es el diario de Bolivia.
El resto de los tomos le rinden honor al nombre de la colección en general: son escritos, artículos y
discursos.
Todos estos libros
plasman el pensamiento del Che. Su palabra vaya adelante.
8
Hay cosas que separan
al Che de los que vociferan que son sus seguidores. Consideraba criminal
solicitar afiliación partidista para conceder un trabajo. Era un asceta,
enemigo de los acumuladores de riquezas y del nepotismo. Renunció a su sueldo
cuando fue ministro.
9
Pero era un Robespierre
que pedía sangre, en la que luego se ahogaría el mismo. ¿Por qué Fidel Castro lo nombró jefe del cuartel y
cárcel La Cabaña para que fusilara cubanos?
¿Por qué un extranjero
debía fusilar a los nacionales? Creo que hubo mala intención en esta
designación. En todo caso el Che fusiló a casi cuatro mil personas; y en
algunas circunstancias las ejecuciones las realizó él con su propio revolver. Fusilar
era una de sus palabras favoritas. Testigos presenciales afirman que se
regodeaba viendo el paredón de fusilamiento manchado de sangre.
10
El Che es el
responsable de la debacle económica de Cuba al implementar las teorías del marxismo, cuyo
baluarte, la expropiación, ha resultado un desastre descomunal en los países
donde esta ideología se ha paseado. Marxismo es ruina, humillación y pérdida de
la dignidad humana. El hombre nuevo del socialismo son las jineteras, los
pranes y los bachaqueros.
11
Algunos dicen que el
Che era un cobarde porque pedía a sus
soldados que murieran antes de rendirse; y sin embargo, él mismo se rindió
cuando lo sorprendieron. No asumo esa posición. El Che era un hombre valiente
que luchó y pagó con su vida al tratar de imponer sus torcidos ideales. Luchó contra
el capitalismo, y ahora el capitalismo se lucra con su figura: su rostro en
franelas, gorras y cuadros se venden en todas partes; y hasta en Moscú hay una
venta de carros que lleva su nombre.
12
En una clase de
filosofía se hablaba del papel de ciertas personalidades en el desarrollo de la
Historia. Intervine y pregunté si a Hitler se le podía considerar un genio,
pues con su palabra y acción había conmovido al mundo entero. El profesor me
contestó que efectivamente Hitler era un genio, pero un genio del mal…Entonces,
reflexioné para mis adentros, hay héroes
del bien y también del mal.
13
El Che se desempeñó
esporádicamente como médico y se enroló como tal en la aventura que Fidel Castro
emprendió desde México. En su Guerra de guerrillas le dedica sólo cinco páginas
al tema de la sanidad en la lucha armada. Ya en el cuartel de la Cabaña las
sentencias de fusilamiento eran sustituidas por una palabra: “darle aspirina”.
Una forma irónica de recordar que alguna vez escribió récipes y de olvidar el hipocrático
mandato de “primum non nocere” (lo
primero es no hacer daño).
14
En la Historia de la
Medicina el Che puede entrar en la galería donde están Mengele y Kevorkian .
Su nombre pudieran
llevarlo los cuarteles, pero no estoy de acuerdo que se lo coloquen a instituciones
médicas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario