DE LA DICTADURA A LA
DEMOCRACIA
Edgardo Rafael Malaspina
Guerra
Este libro de Gene Sharp,
que en este grupo han recomendado, es muy valioso. Es necesario leerlo,
estudiarlo y analizarlo para adaptarlo a nuestra realidad.
Resumiré y comentaré el
capítulo 1 :Enfrentando la realidad de las dictaduras.
1
Las dictaduras, por muy
fuertes que parezcan, caen cuando son
enfrentadas por una población desafiante y movilizada. Eso se llama “desafío político masivo”: confrontación no violenta,
protesta, no colaboración con el régimen.
2
El problema de las
dictaduras es profundo. En muchos países el pueblo ha vivido experiencias de
décadas y hasta siglos de opresión, porque la población se ha vuelto débil,
carece de confianza en sí misma y es incapaz de ofrecer resistencia alguna. Las
personas por lo general están demasiado asustadas para compartir su odio por la
dictadura y su hambre de libertad ni aún con su familia y amigos. Están, con
frecuencia, demasiado aterrorizadas para pensar en serio en la resistencia
popular.
3
¿Es recomendable
la lucha violenta?
Los dictadores
generalmente hacen caso omiso de las barreras constitucionales y legales, las
decisiones judiciales y la opinión pública.
Las persecuciones y brutalidades de las dictaduras hacen pensar al
pueblo que sólo por la violencia se puede acabar con un gobierno criminal.
Pero la violencia es un
camino errado porque los dictadores casi siempre disponen de la superioridad
militar, en cuanto a calidad de armamentos, pertrechos, transportes y tamaño de
las fuerzas armadas. A pesar de su valentía, los demócratas no pueden
emparejárseles (casi) nunca.
4
¿Es buena la
guerra de guerrillas?
La guerra de guerrillas
tampoco es la solución porque la población sufre mucho y la dictadura reacciona
con más represión. Además, si la dictadura es derrocada e nuevo régimen surgido
por las armas resulta peor y más dictatorial.
En este punto recuerdo
tres casos:
I.
En Cuba Fidel Castro derrocó a Fulgencio
Batista (1959) que tenía 7 años en el
poder para quedarse medio siglo (peor
fue el remedio que a enfermedad), y aún más, porque parece gobernar después de
muerto. Las revoluciones surgieron en Europa para acabar con el derecho consanguíneo
de acceder al poder. Fidel Castro hizo una revolución al revés: reinstauró ese
derecho que da la sangre y dejó en el poder a su hermano Raúl.
II.
En Libia Muamar el Gadafi en 1969 derrocó
al rey Idris I de Libia que tenía 18 mandando para quedarse 42 años, y sólo
salió porque el pueblo se vio obligado a empalarlo.
III.
En Nicaragua los sandinista derrocaron a
una cruel dinastía de dictadores para establecer otra de corte matrimonial y un
poco más cruel que la defenestrada.
5
El golpe de
estado.
El golpe de estado
tampoco es recomendable porque las estructuras gubernamentales quedan intactas.
Por lo general lo implementan los militares para quedarse ellos. En muy pocos
casos resultan favorables a los demócratas. En la Historia de Venezuela podemos
recordar el golpe contra Pérez Jiménez que sirvió para restablecer ka democracia.
6
¿Y el camino
electoral?
Las elecciones bajo una dictadura
tampoco se pueden usar como instrumento para un cambio político significativo.
Por lo genera resultan en un farsa. En Venezuela los demócratas hemos ganado
muchas elecciones para nada.
7
La invasión
extranjera.
La invasión desde el
extranjero es una esperanza vana, aunque se piense que los oprimidos no pueden
liberarse por sí mismos. Ningún país invadirá a otro si no tiene poderos
intereses económicos.
“Esa visión de que los
oprimidos son incapaces de actuar eficazmente es algunas veces correcta por
tiempo limitado. Como hemos apuntado, con frecuencia la población sometida no
quiere la lucha, y está temporalmente incapacitada para ella, porque no tiene
confianza en su propia capacidad de enfrentar la dictadura feroz, y no ve una
manera razonable de salvarse por su propio esfuerzo”.
“Los estados extranjeros podrían involucrarse
activamente para fines positivos sólo cuando hubiere un movimiento interno que
ya haya comenzado a sacudir la dictadura y logrado que la atención
internacional se enfoque sobre la índole brutal del gobierno”.
8
La conclusión es
dura. Cuando se quiere echar abajo una dictadura con la mayor efectividad y al
menor costo, hay que emprender estas cuatro tareas:
1.
Se debe fortalecer a la población oprimida
en su determinación de luchar, en la confianza en sí misma y en sus aptitudes
para resistir;
2.
Se debe fortalecer a los grupos sociales e
instituciones independientes del pueblo oprimido;
3.
Se debe crear una poderosa fuerza de
resistencia interna; y
4.
Se debe desarrollar un amplio y
concienzudo plan estratégico global para la liberación, y ejecutarlo con
destreza.
9
Si no nos organizamos
para continuar la lucha nadie vendrá a salvarnos. No perdamos el tiempo
analizando las elecciones de los Estados Unidos y dediquémonos a nuestro
problema interno.
10
El camino es la lucha no violenta, paciente y
firme.
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