PATRIA
O MUERTE: UNA NOVELA SOBRE EL DESENCUENTRO DE LOS VENEZOLANOS.
Edgardo
Rafael Malaspina Guerra
I
“Patria
o muerte” (2015) , la novela de Alberto Barrera Tyszka, ganadora del XI Premio
Tusquets Editores, es un reflejo de la Venezuela actual, marcada por los
desencuentros. A través de su lectura topamos con el acontecer diario nacional;
y da la impresión de estar frente a un noticiero por tv o ante la página de un
periódico.
La
novela tiene de trasfondo la enfermedad y muerte de Chávez, y las discordias y
amargas discusiones entre familiares y amigos por motivos políticos.
II
Es
una novela –documento, una novela de no ficción a lo Truman Capote. Es decir,
todo lo que se describe en ella es real, aunque creo que lectores no
venezolanos pensarán que es un invento literario por los episodios grotescos
relatados.
III
Varios cuadros se cruzan en una narración magistral
llena de suspenso y gran tristeza que nos lleva hasta una pregunta: ¿Cómo hemos
llegado hasta esta vida miserable, a esta tragedia monumental, donde pareciera
no haber espacio para el entendimiento mínimo? La respuesta pudiera estar en la
Historia Política Universal reciente: ningún proceso político signado por el
marxismo (en casi cincuenta países) aceptó verdaderamente sus errores y los
corrigió. Es por eso que el
filósofo Karl Popper afirma que el marxismo no es una ciencia como pretendieron
sus creadores: La ciencia progresa a través del ensayo y el error. Si aceptas
el error, corriges.
IV
Con
este libro he recordado con nostalgia a mi tutor del doctorado en Moscú, Víctor
Frolov. Él era el decano de Medicina y Secretario General del Partido Comunista
de la Universidad. Nos daba lecciones de Fisiopatología con una claridad
inigualable y nos arengaba cuando partíamos a los trabajos estudiantiles y
voluntarios para limpiar el campus universitario o las calles de la ciudad, por
ejemplo. Hablaba de la moral comunista, de Marx y de Lenin. Cuando empezó la
Perestroika me acerqué a su oficina como siempre solía hacerlo para que me
orientara.
“Esto
de la Perestroika es porque hay cosas que los comunistas no hemos hecho bien”.
Eso me dijo. Pasaron casi tres lustros y regresé. Lo busqué. Estaba en su
cubículo con su pipa y todavía era decano . Por supuesto que le pregunté por
todos los cambios políticos. Me contestó brevemente, pero con mucha seguridad:
“Actuamos mal en muchas ocasiones. No había traidores a la patria, sino gente
que pensaba distinto a nosotros…”
V
Frases:
1
-El
insomnio y una persistente inquietud acompañan la jubilación del oncólogo
Miguel Sanabria, que siente cómo la situación política ha emponzoñado su país,
Venezuela, y también su vida, dirimida entre el extremismo antichavista de su
esposa y el radicalismo bolivariano de su hermano.
2
El
arte de las desapariciones es cruel y paradójico. Desaparecer a otro es más
fácil que desaparecerse.
3
Destruir
también es una disciplina
4
La
vanidad es el motor de la historia.
5
El
país fue nuevamente el reino de la oralidad. La antigua leyenda de El Dorado,
nacida en la fragua de la conquista española, inauguró una tradición esencial:
la historia nace del relato. La fantasía es nuestra. La fabulación tiene más
poder que los hechos.
6
La
enfermedad había hecho más fuerte a Chávez. Podía romper sus propios récords de
largas jornadas de gimnasia discursiva y monologar durante casi diez horas ante
todos los medios de comunicación del país. La multiplicación mediática era una
señal. Su verbo repitiéndose era un síntoma de vida. El exceso de palabras
parecía una señal de salud y era, también, de alguna manera, un diagnóstico del
país: un territorio donde reinaba un único relato.
7
Volvimos
al pasado —dijo Miguel—. Volvimos a los caudillos. A los cuarteles. Esa es
nuestra historia. La mejor inversión económica que se puede hacer en Venezuela
es dar un golpe de Estado. Esa es la conclusión. Ahora todos ellos son
millonarios, tienen el poder, hacen lo que quieren.
8
—La
verdad, jamás pensé que tú fueras tan escuálido.
La
historia de las palabras no registra aún el momento en que comenzó a usarse el
término escuálido para designar a cualquier venezolano que se opusiera al
presidente Chávez y a su proyecto. No hay dudas, sin embargo, que fue el propio
líder quien, en una de sus largas tandas de faena verbal, creó la asociación y
puso a danzar el término en el mapa. Desde que ganó la presidencia, Chávez se
dedicó a atacar cualquier tipo de disidencia. Un adversario era un enemigo.
8
El
cáncer no parecía afectarle el orgullo, la fascinación consigo mismo. Por el contrario,
cada vez lucía más convencido de su propia grandeza. «Amar a Chávez es amar a
la patria», dijo Chávez.
10
Leer
es buscar. Leer es buscarse. Siempre.
11
Antonio
había elaborado una teoría que establecía que, a partir de los sesenta y cinco
años, aproximadamente, con algunas variaciones según los casos, los hombres
sufrían un cambio drástico e irremediable: dejaban de ser un peligro para las
mujeres.
12
Chávez
indicó que el tumor se había extraído totalmente y que él se encontraba ya en
franca y entusiasta recuperación. Luego comenzó a hablar de la patria y de sí
mismo, de sí mismo y de la historia, de la revolución y de sí mismo, de sí
mismo y de Fidel Castro, hasta terminar con un nuevo grito de batalla: «¡Por
ahora y para siempre! ¡Viviremos y venceremos!».
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