[8]EL RECURSO DEL MÉTODO (1974).
I
El
recurso del método (1974) de Alejo
Carpentier trata de un dictador latinoamericano , y el título de la obra se
debe a que cada capítulo tiene citas del ensayo filosófico “El discurso del
método” (1637) de René Descartes. El lenguaje de la obra es barroco. El Primer
Magistrado es el nombre con el cual se identifica al dictador que puede ser
cualquiera de los que han gobernado en el subcontinente. Hay rasgos de Antonio Guzmán Blanco
(1829-1899) por su fama de ilustrado ,gustos afrancesados, construcción de un
Capitolio con arquitectura semejante al Palacio Federal, lenguaje culto pero que
también incluye el “coño e la madre” , “las lochas” y “las puyas”. A esas
características del Primer Magistrado que son iguales a la del Autócrata
Ilustrado, se unen dos hechos: a ambos les gusta vivir en Francia y ambos
murieron en París.
II
Para
Alejo Carpentier el dictador latinoamericano es exclusivamente de derecha, y
sus opositores son los de la izquierda. ¿Por qué? Porque Carpentier era amigo
de Fidel Castro y fue su representante diplomático en París. Por eso el Primer
Magistrado persigue a los rojos y sus libros (El capital de Marx, el
Manifiesto) que por ignorancia de los policías incluyen la novela “El rojo y el negro” de Stendhal , la
biografía de Louise Michel, heroína de la Comuna de París (1871), llamada “La virgen roja”. . Alguien bromea y dice que
también deben confiscar Caperucita roja.
III
El
Primer Magistrado es un hombre religioso y se encomienda cada día a los santos,
bebe ron y visita los prostíbulos. Vive en París y regresa para sofocar un
levantamiento . Los rebeldes exigen el respeto a la Constitución. El dictador
grita: “La teoría se jode con la práctica”. Los alzados son dirigidos por uno
de sus ministros. Las protestas son sofocadas a sangre y fuego; y el Magistrado
convoca un referéndum, el cual gana abiertamente. El dictador regresa a París
donde han publicado fotografías de sus represiones a la población. Recibe
información del alzamiento de otro de sus ministros. Regresa nuevamente al país
para combatir a los opositores, pero está hastiado del poder (como Guzmán
Blanco). Derrota a su exministro. Le da las gracias a la Divina Pastora. Embellece
la ciudad con obras arquitectónicas y esculturas. Construye su Capitolio.
IV
Le
colocan una bomba que casi acaba con su vida, y dice: “Esto me pasa por tener
la mano demasiado blanda”. Trata de precisas quiénes son sus enemigos y
concluye que son demasiados. Pero los más peligrosos son los comunistas. Para
buscar apoyos permite la corrupción administrativa entre sus acólitos. Así se
ejecutan obras sólo en el papel: “El negocio del puente construido sobre un río
ignorado por los mapas; el negocio de la Biblioteca Municipal sin libros; el
negocio de los sementales normandos que nunca cruzaron el Océano”. Incauta
literatura comunista. Lee una fórmula en el Capital y dice : “A mí no se me tumba
con ecuaciones”. El Manifiesto del Partido Comunista circula disimuladamente
con una portada de manual de cría de gallinas. Los estudiantes se destacan en
el movimiento insurreccional. Hay protesta durante los carnavales. El gobierno
afirma que es constitucional no convocar elecciones.
V
El
líder estudiantil es apresado y el dictador lo acusa de intento de magnicidio.
El estudiante contesta: “Todo lo contrario, Señor. Lo peor que podría
ocurrirnos a nosotros, ahora, es que lo mataran a usted. Sería lamentable para
nosotros, Señor... porque una Junta Militar tomaría el poder, y todo seguiría
igual o peor”. El estudiante agrega que quiere un levantamiento popular. Una
bomba explota cerca de los dialogantes y el autócrata se convence de la
inocencia del estudiante. Estalla una huelga general. La gente sale masivamente
a las calles, los militares le retiran el apoyo a la dictadura , el gobierno
norteamericano también; y hasta su ayudante de cámara lo traiciona. Es
derrocado y cuando huye ve los barrios de miseria y dice: “debí pensar en esto”.
Las estatuas del Primer Magistrado son derribadas y lanzadas al mar : en 1878
fueron derribadas dos estatuas de Guzmán Blanco.
Años
más tarde —le dice el Cónsul americano— las descubrirá un draga. “Pasará lo
mismo que con las esculturas romanas de mala época que pueden verse en muchos
museos; sólo se sabe de ellas que son imágenes de “un gladiador”, “un
patricio”, “un centurión”. Los nombres se perdieron. En el caso suyo se diría:
“Busto, estatua, de un dictador”. Fueron tantos y serán tantos todavía, en este
hemisferio, que el nombre será lo de menos”.
VI
El
Exprimer Magistrado consta que su nombre no aparece en el Pequeño Larousse y
llora. El Cónsul americano le dice:
—¿Figura usted en el Pequeño Larousse? ¿No?...
Pues entonces está (perdido)... Y aquella tarde lloré. Lloré sobre un
diccionario —“Je séme á tout vent”*—, que me ignoraba”.
*La
consigna de Pierre Athanase Larousse era: “Je séme á tout vent”: “Yo siembro a
los 4 vientos”.
El
Exprimer Magistrado pronuncia un latinazgo : “Acta est fabula” (La obra ha
terminado) y muere en París. El epitafio es también una frase de Descartes: “árretez‑vous
encore un peu á considérer ce Chaos”: “detente
un poco más para considerar este Caos”.
PENSAMIENTOS
DE DESCARTES
1
“...mi
propósito no es el de enseñar aquí el método que cada cual debe seguir para
guiar acertadamente su razón, sino solamente el de mostrar de qué manera he
tratado de guiar la mía”
2
“Tan
empecinado está cada cual, en su criterio, que podríamos hallar tantos
reformadores como cabezas hubiese...”
3
“Todas
las verdades pueden ser percibidas claramente, pero no por todos, a causa de
los prejuicios”.
4
“Mejor
es modificar nuestros deseos que la ordenación del mundo”.
5
“¿qué
veo desde la ventana sino sombreros y gabanes que pueden vestir espectros o
bien fingidos hombres que sólo se mueven por medio de resortes?”.
6
“...soy,
existo, esto es cierto. Pero, ¿por cuánto tiempo?”.
7
“...si
la partida es harto desigual más vale optar por una honrosa retirada o
abandonar el juego antes que exponerse a una muerte segura”.
8
“Y
resolviéndome a no buscar más ciencia que la que pudiese hallarse en mí
mismo...”
FRASES
1
Sabía
que era odiado, aborrecido por la masa del pueblo, y este conocimiento lo hizo reaccionar
contra el mundo exterior, y al mismo tiempo aumentó la satisfacción y el placer
que encontraba en el servilismo, la solicitud y la adulación de sus
dependientes. , quien había consolidado sus intereses y prosperidad y extendido
al máximo una soberanía bastante desprovista de legalidad y constitución.
2
Las
revoluciones no pasaban de ser, en América, unas crisis de adolescencia,
escarlatinas y sarampiones de pueblos jóvenes, impetuosos, apasionados, de
sangre caliente, a los que era preciso, a veces, imponer una cierta disciplina.
3
Bien
lo había dicho Descartes: Los soberanos tienen el derecho de modificar en algo
las
costumbres…
4
Presidente,
arrancando en tiempo lento, marcando las pausas, como era su costumbre, empezó
a pronunciar un discurso bien articulado, sonoro en su atenorado diapasón, preciso
en sus intenciones, aunque se adornara demasiado —éste era el parecer de
muchos— de expresiones tales como «trashumante», «mirobolante», «rocambolesco» erístico»,
«apodáctico», antes de que, subido de tono en una relumbrante movilización de
horcas caudinas, espadas de Damocles, pasos del Rubicón, trompetas de Jericó,
Cyranos, Tartarines y Clavileños, revueltos con altivas palmeras, señeros
cóndores y onicrótalos alcatraces, se diese a increpar a los «jenízaros del nepotismo»,
a los «miméticos demagogos», a los «condotieros alfeñique» siempre dispuestos a mellar sus
espadas en descabelladas empresas, generadores de discordia donde la laboriosidad,
un concepto patriarcal de la vida, nos hacían, a todos, miembros de una gran
familia —pero de una Gran familia que, por lo sensata y unida, era siempre
severa, inexorable, para los Hijos Pródigos que, en vez de arrepentirse de sus
yerros, como en la parábola bíblica, pretendían incendiar y asolar la Casa
Solariega donde, colmados de grados y honores, se habían hecho Hombres… Muchas
burlas debía el Primer Magistrado a los rebuscados giros de su oratoria no
usaba de ellos por mero barroquismo verbal; sabía que con tales artificios de
lenguaje había creado un estilo que ostentaba su cuño y que el empleo de
palabras, adjetivos, epítetos inusitados, que mal entendían sus oyentes, lejos
de perjudicarlo, halagaba, en ellos, un atávico culto a lo preciosista y
floreado, cobrando, con esto, una fama de maestro del idioma cuyo tono
contrastaba con el de las machaconas, cuartelarias y mal redactadas proclamas
de su adversario…
PELICULA
(1978)
SINOPSIS
Adaptación
de la novela homónima de Alejo Carpentier. El presidente de una república
latinoamericana recibe en París la noticia del levantamiento de un general.
Parte inmediatamente y sofoca la rebelión. El presidente regresa a París, donde
han publicado las fotos de la masacre. Estalla la guerra mundial y este recobra
la tranquilidad… hasta que se produce un nuevo alzamiento que lo hace volver a
su país para sofocarlo. Otras revueltas se sucederán hasta que se ve obligado a
huir.
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