[10]OFICIO DE DIFUNTOS (1976)
Edgardo Rafael Malaspina Guerra
I
Oficio
de difuntos (1976) de Arturo Uslar Pietri es una manera muy amena de conocer
unos de los periodos más discutidos de la Historia de Venezuela: la presidencia
de Juan Vicente Gómez (1908-1935). El autor narra los hechos tal cual
ocurrieron y apenas cambia algunas fechas y nombres: Aparicio Peláez es Juan
Vicente Gómez , Carmelo Prato es Cipriano Castro, el Manco Rodríguez es el
Mocho Hernández , Tacarigua es Maracay, etc. Una de las ucronías de la novela
se relaciona con el cura y poeta erótico(1) Carlos Borges quien figura con el
nombre de Alberto Solana y pronuncia la oración fúnebre en el entierro de Gómez
en 1935: En la realidad Borges murió en 1932.
(1)Este
hermoso prendedor
de
tan enroscadas crines
no
me lo guindó el Señor
solo
para echar orines.
La novela narra la biografía del
dictador desde la voz del padre Solana (cura corrupto, borracho que ta vez sólo
leía el Cantar de los Cantares y cercano al caudillo) quien ha disfrutado de
enormes privilegios durante la dictadura y que, ante la muerte de éste, se
plantea el futuro que le espera cuando la oposición, perseguida hasta entonces,
consiga el de poder. Solana pensaba que Gómez era eterno.
II
Arturo
Uslar Pietri se enfoca en el periodo que va desde la Invasión de los 60, la
llegada de Cipriano Castro al poder y su enfermedad que facilitó a Gómez su
ascenso a Miraflores. Hay descripciones pormenorizadas
sobre la diabetes que padeció Gómez en su fase terminal.
III
Se
habla de la injusticias y crueldades de la dictadura, de los presos de La
Rotunda y sus grillos; pero también se muestra a Gómez íntimo, cariñosos con
sus hijos, patriarcal, amante de las labores agropecuarias, las peleas de gallo;
protector de la naturaleza, amigo de los
amigos, duro con los traidores, atento y respetuoso con sus adversarios en las audiencias luego de
perdonarlos; lacónico, muy correcto en
las conversaciones (Decía “usted”, no le gustaba el “tú”) . La otra faceta
mostrada es la del “gendarme necesario”:
pacificó al país, pagó la deuda externa, construyó carreteras, creó el
ejército, la aviación, etc.
PÁRRAFOS
1
Él no era sino el padre Solana, Alberto Solana, ya
viejo, ya enfermo, lleno de temores, con ganas de borrarse, de desaparecer, de
caer en un inmenso pozo de olvido. Sentía con horror cómo el espacio se le
reducía.
2
Le gustaban las mujeres (al padre Solana), el licor y
la vida bohemia de los poetas. Con frecuencia se extraviaba. Los superiores lo amonestaban
por sus repetidas faltas y por sus malas compañías. Algunos poemas de dulzón y
morboso erotismo le eran atribuidos. Aquella aura demoníaca formaba parte de su
sentimiento místico. Era sinceramente católico. La liturgia, los ritos, los
misterios, la poesía y el contenido mágico del culto lo fascinaban. Temía a la condenación,
pero amaba la vida, lleno de remordimientos.
- Solana :Aquí lo único que se puede escribir es un
libro lleno de mierda para estrujárselo en la cara a tanto sinvergüenza, tanto
cabrón romántico, tanto pelafustán exquisito, tanto honorable ladrón, tanto
espía humanista. Aquí todo el mundo está en venta. Y ni siquiera por los
treinta dineros de Judas. Por tres miserables centavos»
3
Las putas, el aguardiente y el poder han acabado con
Prato (Cipriano Castro)
4
Peláez (Gómez) se limitaba a asentir con la cabeza y a
responder con cortas palabras obvias.
5
(Gómez)Nunca dijo «tú» a nadie. Ni a los hermanos, ni
a los padres, ni a los hijos, ni a las mujeres. «Usted» significaba la
distancia defensiva que había que guardar de todo peligroso acercamiento de
animal o de gente.
6
Él había visto muchas veces la suerte de los vencidos.
Las casas abandonadas, las fincas invadidas, los familiares perseguidos y al
final la pobreza, la cárcel y hasta la muerte.
7
El Manco Rodríguez, a quien sacó de la cárcel e hizo
ministro, se marchó súbitamente de la capital a la cabeza de dos batallones y
se proclamó en rebelión.
8
Para mí, por lo menos, todo ese cuento de godos y liberales
no significa nada, para mí no hay sino gente buena y gente mala, gente de
trabajo y vagabundos, gente de orden y bochincheros. Aquí lo que importa es
reunir toda la gente buena para imponerle respeto a los vagabundos y poner este
país a trabajar.
9
Audiencia hasta para los enemigos:
Allí iban a ir llegando, a su audiencia ceremoniosa,
uno por uno, de vuelta del destierro. Sus nombres más que a la crónica de ayer
pertenecían a los corridos, a los galerones y a la imaginación popular. Jefes
de disueltas monteras, veteranos de vericuetos, protagonistas de viejos asaltos
y revueltas, arrancados de sus tierras y sus gentes y ahora de regreso al país al
rescoldo de una nueva esperanza. Con sus viejas levitas de amortajados, sus
bastones de puño de oro, sus abultados revólveres, sus bigotes hirsutos y sus
sienes varicosas.
10
El gallero Gómez:
Su compadre don Ramón Monroy vino a buscarlo para ir a
los gallos. Desde sus días campesinos lo fascinaban las riñas de gallos. Los
sabía criar y escoger, cuidarlos y prepararlos para el combate. Amaba de un
modo instintivo aquel animal acometivo y valiente, erguido y desafiante, lleno
de vida y de sangre que le alegraba las madrugadas de trabajo y las mañanas de los
domingos. Desde que había llegado a la ciudad tenía en una casa su gallero con
su cuerda de gallos. Ahora podía tener los más finos, los más caros. Se los
regalaban. Aves casi heráldicas criadas para la pelea en Inglaterra o en
España. Hijos y nietos de famosos campeones. Lentamente iban adquiriendo la
forma y la postura del combate. Les afeitaban al rape las plumas del lomo y del
cuello, les cortaban la cresta de raíz, les desnudaban los muslos, para ofrecer
menos presa al pico contrario. Solos, esquemáticos, erguidos, en sus jaulas de
madera, parecían animales de brujería. El gallero les amolaba las finas y
largas espuelas.
-El sangriento y breve drama del pequeño redondel
parecía concentrar toda la atención. Golpes de suerte cambiaban, momento tras
momento, la situación de los gallos y de los apostadores. Subía y bajaba la
oleada de voces y el entrecruzado tejido de las apuestas. Todo lo que al
comienzo había sido velocidad y fulgurante acometida de los combatientes, iba
perdiendo ímpetu. Las alas descolgadas, las cabezas cubiertas de sangre tirando
agotados picotazos al vacío, los animales de pelea se enfrentaban, pesados y
lentos, cada vez más torpemente, en una solitaria danza de la muerte. Al final recogían
al gallo muerto, plegado en el suelo como un haz de plumas sucias, o al gallo
ciego y perdido en una espesa sombra de sangre.
11
Gómez: A mí no me importa la presidencia, para recibir
diplomáticos y asistir a recepciones y ponerse levitas apretadas. A mí lo que me
interesa es el mando y ése lo tengo aquí con el ejército.
12
Prato (Castro) había muerto en una Antilla. Solo,
pobre, cascarrabias, lleno de arrebatos, depresiones y nostalgias. Tomaba el
tranvía de los pobres, paseaba las retretas municipales, donjuaneaba a las
maritornes y se erguía como un gallo maltrecho cuando alguien le recordaba su
pasado de esplendor
-Pasaban como oscuras oleadas de piernas, de sombras,
de pisadas. El torrente pasaba sobre él. Filas oscuras lo dejaban. Olvidado y
aturdido. O más bien, tal vez, remontaba, contra la corriente de los pasos,
insensible y torpe. Regresaba y se iba remontando el flujo rumoroso que lo
cubría. Trancos, pisadas, holladuras, ringleras de pasos y pies. Sin nombre y
sin memoria hasta dejar de ver.
FRASES
1
Preso es preso y su apellido es carajo.
2
La cárcel se hizo para los machos.
3
El hombre puja, pero no llora.
4
El que guarda, encuentra.
5
Nadie sabe su destino, compadre. Usted mismo no sabe
el suyo. Ni yo el mío. Pero tenemos coraje para abrirnos camino hasta donde
sea.
6
¿Usted ha visto que el tigre se confía? Ni el venado
tampoco. El que se confía es un pendejo.
7
No hay que casarse. El hombre debe vivir solo, sin
amarrarse con nadie, sin apersogarse. Sin ninguna mujer que le reclame y que le
grite. Sin nadie que venga a pedirle cuentas de lo que hace.
8
Sin la noción del pecado no habría ni belleza, ni
grandeza moral en el mundo. Toda la Divina Comedia es el poema del pecado.
9
¿Para qué quieren ellos un hombre honesto y respetuoso
de las leyes en la presidencia? Sería lo peor que podría pasarles. Lo que
quieren es uno igual a ellos, que hable su mismo idioma de picaros y con quien
les sea fácil entenderse.
10
Los hombres buenos están condenados a fracasar, son
los bellacos los que triunfan.
11
Nunca hemos respetado la virtud y las repúblicas se
hacen con virtudes.
12
La revolución francesa se hizo, pero con una
guillotina funcionando día y noche. Aquí nunca han castigado sino a los
pendejos
13
Si fuéramos a llorar nuestras desgracias no tendríamos
lágrimas.
14
El que tiene, tiene, y el que guarda, encuentra.
15
El que debe no tiene nada, ni siquiera tranquilidad.
16
Hay que arroparse hasta donde alcanza la cobija.
17
Nada es más poderoso que la palabra y nadie es más
grande que el poeta.
18
El diablo ayuda a Dios, pensaba, y el perro al tigre.
Se necesitan.
19
Los consejeros de Gobierno, tendrían sueldos y rango
de ministros. Tendrían todos los atributos del poder, menos el poder.
20
Él (Gómez) sabía quiénes estaban en cada cárcel, en
cada castillo, quiénes llevaban grillos y quiénes no. “Mejor están presos que muertos”.
21
Yo no puedo hacer las cosas pensando en lo que dirán
los enemigos, sino en la conveniencia del país.
22
Si no les gusta es porque es bueno para mí.
23
El poder es también miedo y muerte.
24
Yo encontré este país como una casa en ruinas y he
hecho de él una casa con cimientos sólidos.
25
Hay dos cosas que quiero mucho: el ejército y el
trabajo.
26
Quien habla de muerte, trae la muerte.
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