LA MEGAMARCHA DE SAN JUAN DE LOS MORROS, LA
DIALÉCTICA Y UN VERSITO CHUCUTO.
Edgardo Malaspina
1
Como todas las ciudades y pueblos de Venezuela, San
Juan de los Morros respondió al llamado de nuestro presidente Juan Guaidó para
continuar con las manifestaciones de calle y lograr los objetivos precisos
trazados: cese de la usurpación, conformar un gobierno de
transición y convocar elecciones universales libres y democráticas en el país.
2
De las calles
y barriadas sanjuaneras empezaron a fluir desde temprano ríos de gente optimista
de todas las tendencias políticas, incluyendo antiguos acólitos del régimen
moribundo, cada vez más desdibujado.
Un joven sacerdote se nos acercó. Rezó un
padrenuestro y nos bendijo. ¡Con la iglesia hemos topado, Sancho!
Nunca en San Juan de los Morros se había realizado
una marcha tan concurrida para protestar
a un gobierno que nos ha sumida en la
más grande de las miserias materiales y morales de todos los tiempos. ¡Ruina
total, absoluta, socialista, castrista, chavista, madurista y criminal.
3
Los comunistas utilizan un término que luego se les
convierte en bumerang: dialéctica materialista. Es decir, lo único real es el
cambio constante en la naturaleza y en la sociedad. Hegel habló de la
dialéctica pero para referirse al movimiento de manera idealista. Marx y Engels
la transformaron en dialéctica materialista (incluye el materialismo histórico):
lo que hoy existe, puede no existir mañana porque se transforma.
Pero cuando los comunistas llegan al poder niegan la
dialéctica y no quieren ser cambiados. Hasta allí llegó su coqueteo con la
dialéctica: no me voy, no me cambian. Y la sociedad se estanca.
4
La dialéctica materialista tiene tres leyes:
a. Negación
de la negación: una semilla se negó y dio paso a una planta. Un gobierno se
negó y dio paso a otro gobierno. Por eso las constituciones democráticas hablan de la alternancia del poder.
b. Ley
de la unidad y la lucha de los contrarios: la salud está en constante lucha contra
la enfermedad. Son dos caras de un mismo fenómeno. En ocasiones triunfa una
sobre la otra de manera constante y cíclica hasta la muerte. En política: hay
un gobierno, pero también existe una oposición que quiere ser gobierno. Ambas
partes deben cohabitar para mantener los equilibrios sociales. Ningunear a la
oposición es ser antidialéctico.
c. Ley
del paso de la cantidad a la cualidad:
el agua se evapora en la medida que aumentan la cantidad de grados, y cuando hierve pasa a otro estado: el gaseoso. En Política:
unas pocas personas, hoy son escuálidos pero mañana los escuálidos serán otros.
¿Y ahora, quiénes son los escuálidos?
5
Mientras pensaba en estas lecciones elementales de filosofía de a centavo,
un grupo de personas coreaba alegremente un verso de los que fuñen:
No quiero lenteja
Y tampoco yuca
Lo único que quiero:
Vete ya hijo…
Pero el bullicio de tanta gente me impidió escuchar
el final del verso, y me quedé con la intriga y desazón que deja, por ejemplo,
un libro al que le han quitado la última página, o una película, cuyo final no
vemos porque se fue la luz, que por lo demás el algo natural en Venezuela.
6
¡Dios mío, no puedo dormir pensando en cuál será el
final del versito chucuto!
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