LA
JUSTICIA SOCIALISTA SEGÚN ARCHIPIÉLAGO GULAG
Edgardo
Malaspina
1
Archipiélago
Gulag (1973) del escritor ruso Aleksandr
Solzhenitsyn está considerado uno de los libros más importantes del siglo XX
porque relata en toda su extensión los
métodos inhumanos usados para implementar el socialismo y la inmoralidad del
supuesto hombre nuevo del marxismo.
La
experiencia de ese infierno que configuró la justicia soviética ha sido
repetida con los matices correspondientes
en los países donde se ha intentado promover la construcción del
socialismo. Es por eso que tiene sentido la decisión tomada por el gobierno de
Putin* de introducir como materia obligada el estudio y análisis de esta obra en la escuela secundaria rusa. Es buena idea
que nuestros países deberían copiar.
2
A
principios de la revolución, en 1918, las ejecuciones se realizaban en el patio
de una casa para que los vecinos pudieran contemplarla desde sus ventanas. Esto
se hacía a propósito para intimidar. En 80 años el zarismo fusiló un poco más
de 800 personas, en cambio la revolución en 6 meses envió al paredón a más de 8
mil personas. ! Así eran de humanitarios los rojos! Las ejecuciones eran extrajudiciales.
3
Los
que tenía manos suaves eran sospechosos de ser intelectuales y por lo tanto
eran candidatos a la pena de muerte. Los universitarios eran
llamados “canallas profesionales”. La “intelligentsia”, dijo Lenin, “no
constituye el cerebro de la nación, en realidad los intelectuales son una
basura”.
Los
intelectuales se reunían para hablar de política y tomar el té. Una vez
arrestaron a los participantes de una de
esas reuniones. Entre ellos estaba Alexandra Tolstaia. Le preguntaron en el
tribunal: ¿Usted que hacía allí?
–Calentaba
el samovar (utensilio típico de Rusia para hervir agua).
La
decisión del tribunal fue: Tres años de campo de trabajo. ¡Por calentarles el
agua a los intelectuales!
4
Una
condena a muerte podía ser conmutada por prisión, cuyo tiempo se estipulaba de
manera nebulosa: desde ya hasta la victoria completa sobre el imperialismo
mundial.
Una forma refinada de tortura era la
siguiente: el reo esperaba su ejecución más de un mes viendo como ejecutaban a
otros; luego lo perdonaban a varios lustros de prisión.
5
Yákov
Mijáilovich Sverdlov, el mismo que dirigió el asesinato del zar Nikolai II y sus familia, apoyaba la ejecuciones
sumarias con el argumento de que “Es una buena cosa que entre nosotros, al
contrario que en Occidente, el poder legislador y el ejecutivo no estén separados por un
elevado muro. Todos los problemas pueden resolverse con rapidez”. Y así se
decidía si un hombre seguiría viviendo o iría al patíbulo con solo hacer una
llamada telefónica.
6
Un
tribunal era un órgano de lucha de la clase obrera para defender los intereses
de la revolución. Hay que tener en cuenta que las personas no son personas sino
determinados portadores de determinadas ideas. Pero en esos tribunales de la
aurora de la revolución cambiaban sus sentencias, no por dinero, sino por mucho
dinero. Esos jueces entendían que la felicidad no está en el dinero, sino en la
cantidad. Los tribunales eran órganos de terror, soborno y corrupción. Con el tiempo acusadores y jueces, en muchos
casos, también fueron acusados y fusilados. Así nacía la revolución: torcida; y árbol que nace torcido nunca
su rama endereza.
7
Cuando
había dudas con respecto a un acusado igual se le fusilaba porque no importaba
lo que hizo sino lo que pudiera hacer: “No nos protegemos únicamente contra el
pasado, sino también contra el futuro”.
8
Una
mujer acusada cometió la imprudencia de
sonreír, creyendo que había demostrado su inocencia. El juez la frenó: “Y a usted, ciudadana
Ivanova, que tiene esa sonrisa tan expresiva, ya sabremos buscarle la vuelta;
¡Ya se encontrará una posibilidad de
terminar para siempre con esa sonrisa”.
9
Los
tribunales aceptaban los colaboradores secretos, es decir: los delatores que
cumplían su labor por una buena paga “porque este trabajo no tiene nada de
vergonzoso , tan pronto una persona reconozca que su actuación es necesaria
para la Revolución…”
Uspenskaya
empezó como delatora y termino como juez
instructor. Cuando no le cobraba al tribunal, le cobraba al acusado para
detener el proceso.
10
En
los juicios participaba sólo la parte acusadora. Los testigos de la defensa no
eran admitidos.
11
Boris
Savinkov se marchó de Rusia por no aceptar el régimen de los soviets. Vivía en
París, pero cometió la imprudencia de regresar en 1924. Lo arrestaron y se lo
llevaron a la Lubianka (famosa prisión de Moscú). Se le acusó de espionaje y de
una retahíla de crímenes más que le cruzó por la cabeza al juez. La pena de
muerte era inevitable, pero se argumentó que la justicia soviética no debía parecer
una venganza. Se le conmutó por diez años de privación de libertad.
12
En
1925 Savinkov se suicidó lanzándose desde una ventana al patio interior de la
Lubianka. En 1937 Artur Strubel, el carcelero de Savinkov, estaba preso en un
campo de concentración. Porque la revolución el verbo que mejor conjuga es
“acusar”. Yo acuso, tú me acusas…y cada uno por turno paga con cárcel, luego de
que se acusan mutuamente.
Bueno,
Strubel reconoció que juntó con tres hombres más arrojaron por la ventana a
Savinkov.
Solzhenitsyn
dice que la práctica carcelaria revolucionaria es internacional.
NOTA:
* Putin es admirador de Solzhenitsyn y su obra. “Ni siquiera durante su exilio
Solzhenitsyn permitía que alguien hablara mal o con desprecio de Rusia, y
resistía a cualquier forma de rusofobia” declaró Putin.
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