EL SÍNDROME DE DEMIS ROUSSEAU O DEL USO DE CIERTOS ATUENDOS POR RAZONES DE PESO.
Edgardo
R Malaspina G
1
El
sobrepeso y la obesidad son condiciones patológicas que condicionan el
organismo para el desarrollo de otras enfermedades. En la primera el índice de
Masa Corporal (IMC) es igual o más a 25. En la segunda sobrepasa la raya de los
30. Se habla también de obesidad mórbida cuando IMC es mayor de 40.
2
En
el mundo hay alrededor de 1.200 millones de personas con sobrepeso; y para
demostrar que la riqueza está mal repartida, hay igual cantidad de desnutridos.
Los obesos pasan de 300 millones.
En
Venezuela los gordos están entre el 30 y el 36 %.
3
La
gente recurre a diferentes métodos para rebajar: con la ayuda de expertos
profesionales o por su propia cuenta. En todo caso es un problema económico (
porque comer sano tiene su costo) y de fuerza de voluntad: Un paciente me dijo:
“Rebajé por mi propia cuenta porque tengo muchos planes y no quiero que el
sobrepeso sea un obstáculo para llevarlos a cabo”.
De cualquier manera, hay que tener en cuenta
algunos datos provenientes de la ciencia y otros emanados de la sabiduría
popular. De la primera: debemos aprender a contar calorías y fijarnos bien en
las etiqueta de los alimentos en los mercados. Aquí es bueno saber también que
lo que nos engorda es el azúcar , la cual es necesaria como energía. Durante el
día la sensación de hambre nos avisa que necesitamos energía, pero cuando
dormimos , por lo general, no sentimos hambre porque el hígado produce azúcar . De esto se
desprende que no es bueno comer en la noche porque la cantidad de azúcar será
muy grande si sumamos la proveniente del exterior y la que produce el hígado. Una
paciente que rebajó muchos kilos me dijo que lo había logrado acostándose “con
un poquito de hambre”. Eso es parte de la sapiencia del pueblo. Aquí también se
incluyen algunos proverbios: “ Desayuna completo, comparte el almuerzo con un
amigo y la cena regálasela al enemigo, porque es la que mata”. Otro: “Desayuna
como un rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo”.
4
La
gente que empieza una dieta fracasa la mayoría de la veces antes de encontrar
el método adecuado o exitoso. Esos fracaso oscilan entre un 80 % y hasta un 97
%. Los intentos consecutivos de iniciar y reiniciar un dieta son conocidos como
efecto “yo-yo” o de rebote : se rebaja y se vuelve a engordar. Con el tiempo se
pierde musculatura y se gana grasa. Algunos se rinden ante tantas dificultades
y son víctimas del Síndrome de Demis Roussos.
5
El
famoso cantante griego, como todos sabemos , sufrió de obesidad y luchó de
muchas maneras para superarla. Por
razones artística y de estética escenográfica vistió caftanes y batas amplias
que ocultaban su voluminoso cuerpo. Eso es el síndrome o la solución paliativa
de Demis Roussos. A ella recurren muchas personas que sufren de sobrepeso,
consciente o inconscientemente. Entre estos últimos no es descartable cierto
mecanismo compensatorio, medicamente entendible y hasta aceptable desde el
punto de vista humano.
De alguna manera estamos en presencia de una
variante del síndrome del avestruz; además, detrás de este subterfugio está la
idea de que nadie sabe si un morrocoy está gordo.
Entre
los que recurren a la variante Roussos de manera consciente, además de los
artistas, están ciertos gobernantes que tratan de encubrir su crasitud e hiperdimensiones
corporales para evitar ser contrastados con sus enjutos gobernados.
Una corrupción desaforada y un abdomen
prominente van de la mano muchas veces.
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