LA PELÍCULA “SAGRADO Y OBSCENO” Y LA VENGANZA DE JORGE RODRÍGUEZ

 

LA PELÍCULA “SAGRADO Y OBSCENO” Y LA VENGANZA DE JORGE RODRÍGUEZ

Edgardo R Malaspina G

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El cine nos hace reflexionar sobre cualquier cosa, como toda manifestación del arte; por ejemplo, cuando un político hace o dice algo, no podemos evitar compararlo con algún personaje de una película, cuya trama refleje la historia reciente de nuestro país. En Sagrado y obsceno (1976) de Román Chalbaud se muestran las secuelas del conflicto armado  de los años sesenta con un guerrillero  que no quiere pasar la página a pesar de la pacificación implementada por la democracia (Rafael Caldera).

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Diego Sánchez (Paúl Antillano) fue un policía que  combatió a la guerrilla durante el gobierno de Rómulo Betancourt. Pero ahora, en tiempos de paz, es un próspero hombre de negocios. En cambio, Pedro Zamora (Miguelángel Landa) es un exguerrillero lleno de odio y sed de venganza. No olvida que Diego Sánchez lo derrotó en un enfrentamiento, y quiere vengarse. Organiza un acto terrorista allí donde está su otrora enemigo, lo encuentra y lo asesina. Antes, Sánchez le dice: “En ese entonces todos estábamos locos, ya nadie piensa en eso”. Pero Zamora le dispara a un hombre desarmado. En el Oeste no le disparaban a los que no llevaban pistolas.

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Los hermanos Rodríguez han dicho que sus actos son su venganza, se supone que por el asesinato de su padre, y contra el pueblo venezolano. Jorge Rodríguez  es Pedro Zamora, y no quiere aceptar que aquello fue una locura de lado y lado. Si bien los del gobierno se sobrepasaron con su padre, también es cierto que el secuestro es un delito. Además, los asesinos cumplieron su condena.

Si aplicamos la ley del “Ojo por ojo” el mundo acabaría ciego, dijo   Mahatma Gandhi.

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Al reconocido escritor colombiano Héctor Abad Faciolince le mataron a su padre y pensó en vengar su muerte; pero luego llegó a la conclusión que "la única venganza, el único recuerdo, y también la única posibilidad de olvido y de perdón, consistía en contar lo que pasó y nada más". Citaba a Jorge Luis Borges, quien dijo que el olvido es la única venganza y el único perdón . Con este razonamiento, Abad escribió su maravilloso libro "El olvido que seremos". Los psiquiatras, desde los tiempos de Freud, afirman que ese tipo de conducta es el triunfo de la sublimación sobre la perversión.