sábado, 17 de diciembre de 2022

[5] EL SEÑOR PRESIDENTE

 

[5]EL SEÑOR PRESIDENTE

Edgardo Rafael Malaspina Guerra


1

El señor Presidente (1946) de Miguel Ángel Asturias fue la primera novela que leí sobre las dictaduras latinoamericanas. Aquí se retrata la vesania y maldad de todos los dictadores y  “el poder especial que tienen sobre la gente” para desactivarlos física y espiritualmente. En El señor presidente hay políticos cuya opulenta forma de vivir es una burla constante al pueblo, militares inmorales y corruptos. Hay gente en la miseria deambulando por las calles, persecuciones por motivos políticos y torturas a hombres y mujeres como colocar cal en los pechos de una mujer que amamanta. Cuando uno de los amigos del presidente se aparta de las atrocidades de la dictadura, entonces se convierte en traidor y hay que buscar la manera de culparlo de cualquier delito que no cometió para encarcelarlo.

El terror paraliza a la gente hasta el punto que muchos no quieren retratarse con ls enemigos del dictador. Un inocente podía ser obligado a reconocer “su culpabilidad”. El dictador es amante de las reelecciones fraudulentas y de las celebraciones desaforadas de sus “triunfos”. Las cárceles no pueden estar vacías:  la liberación de un preso supone el arresto de otro opositor.

La desinformación es una constante para confundir a los habitantes.

El fundamento de una dictadura es el miedo. El miedo de los seguidores y el de los opositores. Las víctimas no saben si es real e terror que viven. Es algo surrealista: Esto no puede ser. Esto no está pasando.

2

El dictador no duerme casi. Es un semidios, una deidad de las tinieblas. El presidente-dictador es la imagen de la corrupción política.

Los opositores son arrestados, torturados y no saben por qué.

La verdad proviene sólo del presidente.

 

 

 No hay compasión por el prójimo porque cada uno anda en lo suyo.

La palabra no es para informar , es para provocar pánico.

3

El tirano llega al poder y se sostiene con la ayuda de la gente.

4

El hombre en dictadura pierde su identidad, se deshumaniza, es otro.

5

Huir es una confesión de culpabilidad.

6

El silencio da miedo.

7

Los hombres somos como las tripas de cerdo que el carnicero demonio rellena de carne picada para hacer chorizos.

8

¡No se pregunte, general, si es culpable o inocente: pregúntese si cuenta o no con el favor del amo, que un inocente a mal con el gobierno, ¡es peor que si fuera culpable!

9

El crimen es preciso porque garantiza al gobierno la adhesión del ciudadano.

10

Una dictadura es una realidad, un sueño y una pesadilla.

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario